Quién le mandaría meterse a maquinista del trenecito de la bruja. 10 vueltas por hora 10 horas al día y un recorrido de 32 metros. Y la bruja ni siquiera es mujer es su tío Abilio travestido. (Francisco Caro).
Alfred siempre quiso conducir. Desde pequeño le gustaban todas las máquinas en las que te podías montar. Empezó con un triciclo, después la bici, una moto... Con catorce años comenzó a beber, su otra gran pasión, la mezcla explosiva, conducir borracho sólo tenía un posible final, un accidente. Pero sobrevivió, era un tipo duro, pero el fuerte golpe en la cabeza, le produjo una pérdida de líquido en los canales semicirculares del oído izquierdo. En definitiva perdió la capacidad de conducir en línea recta. Fue un verdadero drama, su vida perdió sentido. Pero una noche de parranda, a las nueve de la mañana, alguien le sugirió que se hiciera maquinista, el tren nunca se desviaba. Y fue feliz.(Pedro Caro).
Alfred siempre quiso conducir. Desde pequeño le gustaban todas las máquinas en las que te podías montar. Empezó con un triciclo, después la bici, una moto... Con catorce años comenzó a beber, su otra gran pasión, la mezcla explosiva, conducir borracho sólo tenía un posible final, un accidente. Pero sobrevivió, era un tipo duro, pero el fuerte golpe en la cabeza, le produjo una pérdida de líquido en los canales semicirculares del oído izquierdo. En definitiva perdió la capacidad de conducir en línea recta. Fue un verdadero drama, su vida perdió sentido. Pero una noche de parranda, a las nueve de la mañana, alguien le sugirió que se hiciera maquinista, el tren nunca se desviaba. Y fue feliz.(Pedro Caro).
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